Chegada da frota Holandesa-Inglesa Carlos III (Arquiduque Carlos da Áustria) a Lisboa, 7 de março de 1704. Rijksmiuseum |
La participación portuguesa en el bando aliado durante la Guerra de Sucesión española [1701-1714] no fue una elección fácil. Surgió como resultado de una combinación de circunstancias complejas que empujó a Pedro II a romper primero su primitivo pacto con los Borbones, por el que reconocía a Felipe V en el trono de Madrid, instalarse en una breve neutralidad y finalmente decantarse por las potencias que apoyaban la coronación del archiduque Carlos como rey de España [...]
Theatre de la Guerre en Espagne et en Portugal (détail), Pieter Mortier, c. 1700. Götzfried Antique Maps |
El 7 de marzo de 1704 el velero inglés Royal Catherine, escoltado por una imponente flota, entró en el estuario del Tajo con Carlos de Austria a bordo y fondeó en las proximidades de Belén. Pese a la expectación que había despertado su llegada a Lisboa desde hacía meses, nadie había previsto el arribo del archiduque en esa fecha.
Noticias llegadas días atrás a la ciudad dando cuenta de las dificultades que estaba encontrando el Habsburgo para completar su travesía por falta de viento habían invitado a pensar que aún se demoraría más tiempo en su viaje.
La aparición de la flota aliada doblando Cascais, aunque esperada, se había presentado, así, como una grata sorpresa y el horizonte punteado por las velas de la escuadra que capitaneaba George Rooke había disparado las manifestaciones de alegría en las poblaciones costeras.
Royal Katherine (named for Catherine Katherine of Braganza). Bbuilt at Woolwich in 1664, rebuilt as a 90-gun ship in 1700-1702. Royal Museums Greenwich |
Como muestra del respeto debido a la dignidad regia del que había sido coronado soberano de España, esa misma noche subirían a bordo del Royal Catherine el duque de Cadaval, en nombre de Pedro II, y Paul Methuen, en representación de la reina Ana de Inglaterra y en sustitución de su padre John — indispuesto por un ataque de gota —, para cumplimentarle por su feliz llegada. Su presencia y sus parabienes eran solo el preludio del recibimiento que Lisboa reservaba para el que deseaban entrase también triunfal en Madrid con el nombre de Carlos III [...]
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Alojado en una quinta del conde de Aveiras, el Habsburgo apenas participó en las fiestas y ceremonias de la ciudad durante el nuevo año. El ambiente se hallaba un tanto enrarecido y el pesimismo se haría aún más patente cuando Pedro II sufriese una apoplejía en el mes de enero que le obligase a confiar el gobierno del reino a su hermana Catarina de Braganza [...]
Si se exceptúan los días en que acampó cerca de Ciudad Rodrigo, en el mes de octubre de 1704, ese [1 año, 4 meses y 3 semanas] fue el tiempo que el archiduque Carlos pasó en Portugal.
Un periodo excesivamente largo para las urgencias que la situación bélica exigía, pero que se demostró valiosísimo en la consolidación de la representación y el ejercicio del poder del candidato austracista y su condición regia.
Su llegada al puerto de Lisboa en marzo de 1704, símbolo absoluto de hermanamiento con la Monarquía lusa y el resto de los Aliados, supuso una suerte de exaltación de su majestad, dispuesta por fin a reclamar con las armas el trono de España.
Las fiestas en ocasión de su arribo, aunque siguiendo un estricto e interesado programa diseñado por el gobierno portugués, reflejaban también esos aspectos. (1)
(1) "Ter o Archiduque per vezinho". La jornada a Lisboa de Carlos III en el marco del conflicto sucessorio de la Monarquia de España
cf. HISPANIA. Revista Española de Historia, 2012, vol. LXXII, núm. 241, mayo-agosto, págs. 453-474
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